Contrastes

Si algo resulta especialmente llamativo en Tanzania y por extensión en todo el resto de África, son los contrastes de sus paisajes, sus gentes y su cultura, y estos con el resto del mundo.



Podría parecer una terracita de un hotel de Arusha pero no; se trata del Aeropuerto Internacional de Kilimanjaro, el mismo donde nos requisaron un mechero que llevaba en el bolsillo pero no el que llevaba en la mochila de equipaje de mano al pasar por el arco detector de metales. Sin embargo, en el Aeropuerto de Schiphol de Amsterdam, donde es obligada escala para ir o volver de Tanzania, sólo existe una única y patética sala de fumadores.



Sin embargo, no todo son ventajas. En la foto siguiente podéis comprobar como es un cuarto de baño del Aeropuerto de Kilimanjaro.



En Seronera, en medio del Serengeti, existe un aeropuerto que realiza vuelos locales en aeroplano. No existe torre de control ni se encuentra cercado para evitar que los ñues y las cebras se paseen por la pista de despegue o aterrizaje.





No debe ser necesario. También hay un aeropuerto local en Ngorongoro, en lo alto del cráter, pero de ese no tenemos fotos.

En Tanzania podemos encontrarnos al jefe de un poblado masai en el recóndito Oldupai portando un peluco de considerables dimensiones invitándote a entrar en su choza construida con ramas y recubierta de boñigas de vaca.



O este cartel explicándonos la evolución del Homo sapiens, también en la Garganta de Oldupai.



No muy lejos de allí, pasado el Ngorongoro, un enorme cartel publicitario en la carretera nos recuerda que el capitalismo y la globalización también están presentes en Tanzania.



Incluso, que en Arusha se encuentran al día con el fallecimiento de Michael Jackson visible en los kanga.



Son algunos de los contrastes que conforman la vida de este interesante país que es Tanzania.